Luis Castelo [ La Voz de Almería ]
Nadie en Albacete se ha olvidado del ahora entrenador del Almería. Desde que el autobús rojo aparecía en las puertas del Carlos Belmonte el entrenador rojiblanco iba notando aquellas viejas sensaciones de su etapa en un club que le marcó.
Su camino hacia el banquillo entre saludos de los aficionados era el reflejo de un trabajo bien hecho en su época de jugadorblanco. El gol en el Calderón está en la memoria del Alba y sus seguidores premiaron al almeriense que tanto les dio con una complicidad poco común en nuestro deporte rey.
Los aficionados saben como nadie quien merece una ovación y se la llevó el ahora entrenador de Primera División, aquel niño listo en el área que supimos aplaudir en una Liga que fue complicada, vino a la ciudad donde debutaba en la élite, una categoría que le viene fenomenal al mister almeriense.
Albacete ciudad y su club no se han olvidado y se lo demostraron con un cariño sencillo que llegó a un Francisco emocionado desde que pisó el que fueteatro de sus sueños. Las puertas del Carlos Belmonte se abrieron para un delantero inolvidable.
Francisco es recibido con enorme cariño
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