La mano derecha de Francisco
PABLO LAYNEZ | ACTUALIZADO 25.05.2014 - 05:02
En la temporada 2003-04, cuando la Unión Deportiva Almería militaba en Segunda y todavía jugaba en el Campo Municipal, llegó al conjunto entrenado por Juan Martínez Casuco un central espigado, contundente al choque, seguro en el juego aéreo y, sobre todo, amable y buen compañero en el vestuario. Francisco era la estrella de un equipo diseñado para lograr la permanencia en la categoría de plata y que lo consiguió de la mano de Castro Santos, gracias a los goles del almeriense.
Ese buen hacer del 7 rojiblanco le sirvió para marcharse a Primera. Pero no con el Almería, donde se iba a quedar dos temporadas más Jaime, sino con el Albacete. Sin embargo, el viaje de Francisco fue corto, de ida y vuelta, e iba a coincidir nuevamente en el vestuario almeriense con el central madrileño en la 2005-06. Fueron dos años intensos en un conjunto que, como el que ahora entrenan, sufrió hasta el final para lograr sus objetivos. Esa tremenda comunión que existía en la caseta forjó la gran amistad que sigue uniendo años después a Francisco y Jaime.
Aunque sus caminos se separaron cuando Jaime se marchó al Écija a Segunda B y entró en la AFE una vez que colgó las botas [fue uno de los técnicos junto a Armindo de la selección de jugadores sin equipo en la que por ejemplo estuvo José Ortiz hace unos años], Francisco no dudó ni un segundo en marcar su número de teléfono para que le acompañara en su gran travesía: comandar una nave que bien conocían los dos en Primera División. Jaime, encantado de regresar a Almería y de trabajar con su amigo, también se embarcó.
Como Guardiola y Tito, Valdano y Ángel Cappa, Simeone y el Mono Burgos, o Emery y Carcerdo, Francisco y Jaime han formado un tándem tan férreo como inseparable. En los entrenamientos, él uno es la continuación del otro: el almeriense más visceral y virtuoso en que el balón entre en la portería; el madrileño, más sosegado, calmado y experto en meter la pierna para que el esférico se aleje del área. Tan buena sintonía existe entre ambos que Francisco quiso dedicarle a todo el cuerpo técnico el premio al mejor entrenador del mes de mayo y les pidió a Jaime y Javi Reyes, preparador físico, que se echaran la foto oficial con él, pero ambos denegaron la invitación porque no querían quitarle protagonismo al primer entrenador.
Ahora que Alfonso García está tratando de renovar a Francisco para la próxima temporada, sabe que una de las exigencias y de las condiciones indispensables es que su segundo y gran amigo Jaime Ramos, también continúe.
La mano derecha de Francisco
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