REDACCIÓN | DIARIO DE ALMERÍA
Por una vez, y esperemos que no se convierta en costumbre, Francisco recurrió a la táctica de los malos entrenadores, intentar ganar el partido en la sala de prensa. O vio otro partido, o lo leyó de forma muy personal o algún asesor anduvo bastante despistado en su comparecencia.
Y es que el técnico rojiblanco, acostumbrado hasta la fecha a pedir y ofrecer con equidad, ayer en Elche hizo un vano intento de vender la moto: "El partido ha sido equilibrado e igualado en cuanto a ocasiones, la única diferencia es que tras un rechace han hecho gol y para mí un empate habría sido más justo. En la primera parte hemos hecho lo que teníamos pensado y en los últimos 15 minutos el partido no ha existido por lesiones", comentó ante los incrédulos rostros de la prensa ilicitana y almeriense allí presente por igual.
El análisis obviaba que el Elche tuvo hasta cuatro ocasiones claras de gol en la primera mitad y el Almería apenas una, mientra en la segunda tampoco se prodigó mucho en ataque, pero Francisco rehusó cualquier atisbo de autocrítica pese a una petición explícita: "Lo habíamos planteado así para llegar vivos al final del partido. Hemos tenido ocasiones de Jonathan y Aleix, pero ellos han tirado dos veces a puerta y se han llevado el partido".
La consigna era reiterar la tacticidad del encuentro para intentar ganarlo en la recta final y el preparador almeriense se enrocó en la misma sin concesiones y sin polemizar tampoco en la reclamación de un posible penalti a favor: "Yo no lo veo, piden penalti y juego peligroso a Jonathan, pero desde mi posición no lo veo. Los últimos minutos han sido desesperantes porque no se ha visto nada de juego. Ha dado cuatro minutos, pero se han perdido en una lesión de Toño y no se ha jugado más. Felicito al Elche y seguimos nuestro camino, no queda otra". Ese guiño final a Escribá fue la única concesión en una mañana aciaga.
Vano intento de vender la moto tras la derrota
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