Dubarbier se fue con mal sabor de boca ante el Elche por su penalti y la expulsión, que coincidió con el parón
PACO GREGORIO | DIARIO DE ALMERÍA
Dubarbier realiza un ejercicio de velocidad junto Pellerano
Sebastián Dubarbier anda comiéndose las uñas por volver a pisar el césped. Resultó expulsado en el duelo frente al Elche el pasado 30 de agosto, con el infortunio de haber cometido un penalti absurdo ese día y de que luego hubo parón por selecciones. Al estar sancionado no pudo ir al Calderón y entre unas cosas y otras han pasado más de tres semanas, veintidós días en concreto 'comiéndose el tarro', de ahí que espere el duelo ante el Levante como agua de mayo.
Lo que no está tan claro es si recuperará la titularidad. No es que Christian mejorase sus prestaciones frente al Atlético, pero en su descargo ese día nadie estuvo precisamente fino en defensa: "Fueron muchos días y espero poder estar disponible y ver si juego o no. Ojalá que el equipo cambie de sintonía y ganemos porque lo estamos necesitando", comentaba ayer al respecto el carrilero zurdo.
Visto desde fuera, Dubarbier cree que el equipo está lastrado por la enorme cantidad de errores individuales que ha cometido, más allá de que el sistema defensivo esté más o menos engrasado: "Son errores individuales que tuvimos unos u otros y creo que el equipo está bien en defensa. Llegamos bien, pero luego hay errores como el mío sacando la mano, el penal de Rafa, el de Pelle... Son todo errores individuales que debemos suplir con tranquilidad. Hay que trabajar en eso. Cuando hablo de errores personales me refiero a lo puntual como los penaltis. Defensivamente, cuando nos llegan, el error es grupal".
La receta del excordobesista pasa por afrontar los partidos con mayor tranquilidad: "Somos muchos debutantes en Primera y tenemos ganas de hacer las cosas bien. Eso ha podido perjudicarnos en las primeras jornadas y hay que reflexionar sobre ello para tratar de mejorarlo. Debemos tener más cabeza, estar más tranquilos y decidir mejor en algunas situaciones de partido que nos están costando caras. Tenemos que salir como lo estamos haciendo, con las mismas ganas e intensidad, porque se está jugando bien aunque no se den los resultados".
Lo de recordar que la filosofía es irrenunciable se ha convertido en dogma de fe dentro de la caseta y se incide en los ajustes defensivos: "Hay circunstancias que se trabajan. Tenemos jugadores que son atacantes como los extremos. Eso se está mirando porque llegan mucho y en determinados aspectos ayudan mucho".
Respecto a la visita del Levante, espera un oponente que los aguarde en su campo en busca de su oportunidad: "Miré su último partido y creo que se van a cerrar atrás y nosotros intentaremos jugar por abajo y por fuera. Será un partido bastante trabado. Ganar al Levante es fundamental, pero sin salir a la desesperada ni como locos, porque no llegaremos a nada".
Veinte días comiéndose la cabeza

No hay comentarios:
Publicar un comentario