En una semana de infarto tras el ascenso Charles se va, el club presenta abonos, prescinde de varios jugadores, trae dos refuerzos y confía en Francisco
PACO GREGORIO / DIARIO DE ALMERÍA
A la UD Almería no le queda más remedio que reinventarse en su regreso a Primera y la entidad rojiblanca está mostrando una celeridad inusitada a la hora de tomar las decisiones. Como si el club pretendiera recuperar los quince días de desventaja con los que partía en la planificación por la disputa de la promoción de ascenso, el ritmo de trabajo en las oficinas resultaba frenético la semana posterior al ascenso.
Con la resaca de los festejos se conocía la marcha de Charles al Celta de Vigo que conmocionaba a la afición rojiblanca al quedárse huérfana de pichichi. Un millón de euros y el compromiso de Alfonso García de respetar su cláusula tenían la culpa.
La reacción inmediata de la entidad unionista era dar a conocer la campaña de abonos para el próximo curso con precios populares, sin duda el mejor gancho para captar a los aficionados dubitativos más allá de cualquier fichaje de renombre.
No iba a ser la única sorpresa de la última semana del mes de junio, ya que el jueves se conocía la no continuidad de Javi Gracia al frente del banquillo. El presidente, con cuatro años de experiencia en la máxima categoría, tiene meridianamente claro que el técnico entrena y el club decide la política deportiva.
Sin apenas solución de continuidad se anunciaba que quienes estaban cedidos o cumplían contrato tampoco seguirán, así como las contrataciones del cordobesista Dubarbier y el lucense Óscar Díaz como posibles relevos para Iago Falque y Charles.
El as que se guardaba en la manga Alfonso García era el ofrecimiento del banquillo a Francisco, técnico del filial. Con las riendas ya en sus manos, faltan por cerrar las llegadas de al menos un portero, un lateral diestro, un central, un mediocentro, un extremo, un delantero y tal vez un mediapunta.
Obligado a reinventarse en el regreso a Primera
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