miércoles, 3 de julio de 2013

¿El Guardiola rojiblanco?


La inexperiencia en los banquillos de Francisco despierta las mismas dudas que el de Santpedor cuando desembarcó en el Barça. Su carácter y formación dirán si Alfonso García se ha equivocado o, por el contrario, ha dado de pleno en la diana.
PACO GREGORIO / DIARIO DE ALMERÍA

Hay futbolistas que dejan el fútbol y otros a quienes el fútbol los deja a ellos. Francisco, al igual que le ocurriera a su compañero Ortiz Bernal, podría encasillarse dentro del segundo grupo, pero tuvo el acierto de convertir el problema en virtud.

Su etapa profesional le pilló en plena irrupción del siglo XXI, por lo que de él puede decirse objetivamente que ha sido uno de los mejores jugadores almerienses de esta centuria. No es exageración ni concesión a la galería, se cuentan con los dedos de dos manos los futbolistas locales que han alcanzado el olimpo de la Primera División.

Él fue uno de esos privilegiados y lo hizo emigrando a Albacete, sin terminar de ser profeta en su tierra en la máxima categoría, aunque el ascenso desde Segunda en 2007 le sirviera para obtener junto al capitán Ortiz, el técnico Emery y el presidente Alfonso García el escudo de oro de la ciudad, que desde el pasado 23 de junio también lucen en la solapa Corona y Javi Gracia, el entrenador al que sucede.

Mucho se ha hablado desde que Alfonso García diera el golpe de timón en el banquillo rojiblanco acerca de la supuesta inexperiencia de Francisco o del riesgo asumido por el presidente. ¿Acaso no ha dedicado quince de sus 35 años al fútbol profesional? Este que suscribe no se atrevería a dudar, por tanto, de su destreza.

Pep Guardiola ya rompió moldes y convencionalismos cuando Joan Laporta puso en bandeja un proyecto mastodóntico a un técnico novel, que apenas acreditaba un ascenso de Tercera a Segunda B. Francisco, este curso, casi mete al filial en el playo off de promoción a Segunda pese a no poder contar con piezas importantes como Jonathan, Chumbi o Raúl García durante un buen tramo de competición.

Las coincidencias con el de Santpedor no quedan ahí. Curiosamente, cuando Guardiola recibe el encargo de dirigir al Barça cuenta apenas 36 años, uno más que el almeriense, y ambos conocen como nadie las entrañas de cada entidad porque la han mamado desde el vestuario.

Pero, llegados a este punto, volvamos al principio. Decíamos que a Francisco lo dejó el fútbol. Su estrella se apagó de forma precoz con apenas 29 años, la edad de la madurez de Charles, por ejemplo. Emery lo cortó en el plantel que iba a estrenarse en Primera después de 26 años de sequía y tuvo que buscarse las habichuelas con una improductiva cesión en el rocambolesco Granada 74, por entonces en Segunda y hoy extinguido.

Su posterior paso por Alicante y Orihuela le sirvió para constatar que era hora de reciclarse y apostar por la parcela técnica, retirándose en 2010 con apenas 32 años. En lugar de vivir de las rentas (pasatiempo de muchos ex futbolistas) no perdió el tiempo y se hizo con el carnet de entrenador de la noche a la mañana.

Su primera oportunidad no iba a tardar en llegar, al calor del que fuera uno de sus técnicos como unionista y que hoy en día mantiene como suegro: Alfonsín. Fue en el curso 2010-2011, el filial debutaba en Segunda B de la mano de José María Salmerón y atravesaba una mala racha que hacía peligrar la categoría.

Adquirir la plaza para salir del pozo de Tercera le había costado al presidente la 'módica' cantidad de 700.000 euros, por lo que el horno no estaba para bollos. La dupla suegro-yerno iba a garantizar la continuidad en la categoría de bronce y dicho logro permitiría a Francisco Javier Rodríguez Vílchez proseguir en solitario en el banquillo.

Rodeado de un buen cuadro de ayudantes al que podría unirse ahora Ortega, su trabajo en el filial es por todos conocido. La duda, por tanto, no emana de su mayor o menor experiencia, sino de su disposición para sentar a quienes fueron sus compañeros (Corona o Soriano) cuando el devenir deportivo lo requiera.

Porque Plus Ultra, la cantera del Espanyol, Poli Almería, Valencia B, Poli Ejido, UD Almería, Albacete, Granada 74, Alicante y Orihuela quedan ya lejos. Ningún entrenador ha sobrevivido a la voracidad de los banquillos por su currículum como jugador.

Por eso solo el tiempo, ese juez insobornable que da o quita razón como solía recordar José María García, podrá determinar si el presidente acierta o se equivoca con su atrevida decisión. Mientras tanto, dejemos a Francisco trabajar y mostrar su propuesta futbolística. Ni lo elevemos a los altares por logros pasados, ni lo defenestremos por inexperto.
¿El Guardiola rojiblanco?

No hay comentarios:

Publicar un comentario