TINTA DE CALIDAD :: Basta de milongas
CÉSAR VARGAS | DIARIO DE ALMERÍA
DOMINGO, diez de la mañana. Suena el despertador. Por delante, un ilusionante viaje a Murcia junto con otros cientos de almerienses para ver a nuestro equipo. Con la camiseta puesta y la bufanda en la mano, partí hacia la Nueva Condomina. Yo era uno de esos tantos que viajó en coches particulares. Durante el trayecto, los cinco integrantes del vehículo íbamos comentando los resultados de la jornada: "Al Girona le vamos a recortar dos puntos", "qué suerte ha tenido el Alcorcón", "podemos distanciarnos de Las Palmas". Ninguno contemplaba una derrota. Confiábamos en que fuese el día en que la mala racha se acabara y el equipo se reenganchara al ascenso directo. Qué equivocados estábamos. En Murcia, la UDA volvió a dejar a su afición sin palabras. Los almerienses se mostraron apáticos, sin ritmo y a merced de su rival durante la mayor parte del partido. La cara de tontos con la que volvimos no era nueva, es la que llevamos poniendo desde hace ya varios meses. Durante los días previos al partido de Murcia, se intentó concienciar a la afición para que estuviera con el equipo. De nuevo, fueron muchos los jugadores que apelaron a la unidad de este vestuario, a la mala suerte que se estaba teniendo y a la confianza en lograr el objetivo. Seguramente, tras esta nueva derrota, volvamos a la misma tónica. Gracia y los suyos nos volverán a concienciar de que frente al Racing lograrán los tres puntos, de que debemos apoyar hasta el final y toda esa palabrería que se queda en nada cuando se contemplan los resultados en el césped. Basta de milongas. Me da igual que frente al conjunto cántabro el Almería realice un partidazo y logre la victoria. Eso no tapará los meses de mal fútbol ni la desgana que muestran algunos jugadores. El cántico "queremos once Sorianos" con el que la afición desplazada a Murcia despidió a los suyos es muy significativo. Hay futbolistas que no están dando la talla y un entrenador que no se atreve a entrar al trapo. Los jugadores deben hablar en el campo. La afición ya se ha cansado de escucharlos en zona mixta.
Basta de milongas
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