jueves, 21 de febrero de 2013

Los últimos supervivientes del ascenso

Solo Corona y Soriano perduran del plantel que logró subir a Primera en 2007
PACO GREGORIO / DIARIO DE ALMERÍA

Corona y Soriano en la actualidad

Seis años en cualquier profesión son un mundo; en el fútbol, una eternidad. Las plantillas cambian verano tras verano, sufren liftings en el mercado invernal, pero en el vestuario rojiblanco perduran dos jugadores que el 19 de mayo de 2007 saborearon las mieles del ascenso tras 26 años de sequía.

Corona y Soriano, dos de los capitanes del equipo, buenos amigos y amantes de la ciudad, están en condiciones de repetir la gesta y la visita de la Ponferradina les trae a la retina viejos recuerdos.

"Fue bonito porque se consiguió un objetivo que llevábamos varios años buscando y se culminó en ese partido con el estadio lleno y mucha ilusión. Aunque llevábamos cierta ventaja no se había conseguido en Lorca y ese día los almerienses lo recordarán de buena manera", rememora Soriano, con unos años más que entonces y algo menos de pelo.

Corona, autor del tercer gol frente al conjunto berciano aquel día, el que certificaba el ascenso matemático, conserva la melena y ostenta la capitanía: "El recuerdo que me trae es el mejor de mi carrera. Se me queda la imagen de cuando marcamos el 3-1 y nos vamos corriendo a la zona del banquillo a celebrarlo todos juntos. El corro tan inmenso que formamos, los abrazos, las caras entre sonrisa y llanto de la alegría", dice el talaverano.

Con el equipo instalado en la segunda plaza y una trayectoria muy similar a la de 2007, ambos son objeto de preguntas de sus compañeros sobre cómo vivieron aquella jornada: "Preguntan mucho. Hay gente que lo ha vivido en otros equipos y casos como el de Esteban, que lleva 15 años y nunca ha vivido un ascenso. Este tipo de metas son en proporción al club o la ciudad donde estás. Para Madrid o Barça ganar una Champions es como para el Almería ascender. Al ser un equipo humilde, supone igual más alegría que para un grande ganar la Liga. Nos preguntan cómo fue aquella noche la famosa bajada del Paseo con el autobús", cuenta el '15' unionista.

La imagen de ríos de personas agolpadas en las calles de la ciudad es recurrente también en el relato de Soriano: "Lo que más llamó la atención fue cómo se volcó la ciudad después del partido en las calles, ver esa alegría en todos los sitios es lo más reconfortante para todos los jugadores y supongo que para la afición, ver cómo estaba el Paseo o la Rambla, ojalá pueda repetirse".

Aunque el maño emigró a Osasuna coincidiendo su estancia en Pamplona con el descenso unionista a Segunda, no dudó en retornar ante la llamada del club para volver a intentarlo.

La campaña pasada el play off quedó a un paso y Corona da su receta para la presente: "No podemos dejar escapar puntos en casa, nuestro estadio debe ser un fortín y mantener la media como visitantes. Hay que ver de lo que son capaces los demás porque la última vez nuestra ventaja fue abismal". Que haya otra vez es el objetivo que comparten.
Los últimos supervivientesdel ascenso

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