Miguel del Pino [La Voz de Almería]
El partido de esta tarde en el Nuevo Mediterráneo va a suponer una gran prueba de fuego para Javi Gracia y sus pupilos que, por primera vez en el presente campeonato, van a ser anfitriones de un equipo situado en uno de los ocho primeros puestos de la clasificación. El encuentro no parece llegar en el mejor momento para los almerienses que ofrecen claros y oscuros en sus dos últimas actuaciones ligueras. La claridad viene por la firmeza que el equipo viene mostrando en su retaguardia, que le ha hecho firmar el cero en su portería en los cuatro últimos encuentros que ha disputado.
La oscuridad afecta a la falta de espectáculo que da cuando juega en casa y, en los dos últimos encuentros ante rivales de segunda fila, la pérdida de eficacia en el remate. Aunque en ambos partidos pudo marcar, incluso Casquero estrelló sendos balones en la madera, el número de oportunidades que el equipo generó y el grado de eficacia en la asistencia y el remate han disminuido ante Mirandés y Numancia.
Si el partido se desarrolla de acuerdo con el guión previsto Almería y Murcia van a buscar los tres puntos por caminos opuestos. Los rojiblancos, con su estilo habitual, tratando de romper el sistema de contención del rival con entradas por las bandas y esperando que sus servicios encuentres el rematador certero. Necesitarán recuperar la mejor calidad de su reconocida dinamita para superar esta tarde al cuadro pimentonero.
Centro del campo
Por su parte está previsto que los murcianos del Siviero traten de imponer su ley en el centro del campo con el liderazgo de Matilla y la dureza de Nafti. El tercer hombre debería ser Emilio. Se trata de un duelo grande, entre dos titanes de la categoría, separados por 7 puntos.
La victoria local ampliaría la ventaja a 10, la visitante la dejaría en 4. Un derbi en el que hay 6 puntos en juego y el gol-average particular entre ambos conjuntos.
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