miércoles, 31 de octubre de 2012

Adiós al presidente de la unión

· Rogelio Hidalgo fallecía ayer como consecuencia de un aneurisma de aorta 
· Fue consejero del Almería CF y primer presidente de la UDA, logrando en el curso 2001-2002 el ascenso a Segunda A
PACO GREGORIO / DIARIO DE ALMERÍA
Rogelio Hidalgo, en una imagen correspondiente al año 2008
  La Unión Deportiva Almería se tiñó ayer de luto tras conocer el repentino fallecimiento de Rogelio Hidalgo, su primer presidente tras la unión de Poli Almería y Almería CF, a los 67 años de edad como consecuencia de un aneurisma de aorta, una dilatación que produce una debilidad en la pared de la arteria. 
En la tarde-noche del lunes era trasladado de urgencia en helicóptero hasta Granada, pero nada pudo hacerse por salvar su vida. Hidalgo, empresario de profesión, aterrizó en el mundo del fútbol de la mano de Guillermo Blanes como consejero del Almería CF, pero pasará a la historia por haber sido el primer presidente oficial tras la constitución de la UD Almería. 
Corría el año 2001 y el conjunto rojiblanco ya empleaba esas siglas en el grupo IV de Segunda B (debutó en enero con derrota ante el Cádiz por 0-1), entonces presidido por Lázaro López Freniche, pero no sería hasta el 28 de junio, cuando en una asamblea celebrada en el Gran Hotel se aprobaban los estatutos de la nueva entidad y Rogelio Hidalgo resultaba elegido como nuevo presidente. 
Escarbando en las hemerotecas, tras aquella histórica asamblea, Hidalgo, natural de Huércal de Almería, hacía un sentido llamamiento a la unión de todo el fútbol capitalino en favor de un proyecto ilusionante: "Tenemos que construir un club plural, que sea querido, respetado y represente a toda la afición almeriense". 
Palabras que, vistas más de una década después, cobran especial relevancia al ver la repercusión social que llegaría a alcanzar una institución en ciernes que a los pocos años desembarcaría en Primera División. Su periplo al frente de la presidencia fue tan corto como fructífero. Comandó la nave rojiblanca en la trascendental temporada 2001-2002, cuando con un plantel netamente almeriense a los mandos de Juan Casuco, la UD Almería lograba el ascenso a Segunda A tras disputar una encarnizada liguilla de ascenso ante Real Madrid B, Espanyol B y Pontevedra. 
Fue el mayor legado que este empresario y gran aficionado al fútbol dejó en su tierra a nivel deportivo, ya que Manolo García tomaría el testigo justo un curso después, el del debut en la Liga de Fútbol Profesional. 
Cuentan quienes lo conocieron que primaba el sentido común por encima de cualquier otra cosa, era muy amigo de sus amigos y tremendamente respetuoso con las opiniones de los demás. Al camino por él iniciado y continuado después por Manolo García le pondría el broche de oro Alfonso García tras adquirir el paquete mayoritario de acciones de la sociedad anómina y llevar a ésta hasta la liga de las estrellas. 
El club ha decretado un minuto de silencio en el duelo copero de esta noche ante el Celta y los jugadores portarán brazalete negro en memoria del fallecido, cuya misa se celebrará hoy (11:30) en Huércal de Almería.

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