JORDI FOLQUÉ jordi@deportesalmeria.com | IDEAL ALMERÍA
Miguel Ángel Corona (Talavera, 1981) afrontará desde el próximo 9 de julio su séptima temporada consecutiva como jugador de la UD Almería. Lo hará tras algunos cambios en su vida personal y profesional en las últimas semanas y días. En el plano deportivo, el talaverano-almeriense (ya se siente uno más de su tierra 'adoptiva') afrontará esta nueva campaña con el objetivo del ascenso. Lo hará desde la primera línea de combate. Como primer capitán de la escuadra rojiblanca. Se han ido Ortiz Bernal, Carlos García y Santi Acasiete, tres referentes en el vestuario y que ya estaban cuando él llegó para comandar el centro del campo en el año del ascenso. También estaba Fernando Soriano, pero su año en el 'exilio' de Osasuna lleva a Corona a tener la potestad de tomar el relevo de José Ortiz como referente máximo en el vestuario. Horas previas a uno de los días más importantes en su vida, el '15' tuvo unos minutos para atender a IDEAL y contar lo que espera de la nueva temporada. Lo primero será una imagen. O, mejor dicho, la ausencia de ella. «No me imagino un vestuario sin José Ortiz», dice. Tampoco sin Carlos García. Cosas del fútbol.
-El próximo 9 de julio volvéis al trabajo y lo harás con cambios personales. Y en lo deportivo, tras la salida de José Ortiz, como primer capitán de la UD Almería. ¿Nuevas responsabilidades?
-Ya el año pasado, cuando había ausencias tanto de José (Ortiz) como de Santi (Acasiete) en las alineaciones, asumía ese papel. El tiempo me va a dar esa oportunidad de poder representar a la primera plantilla de la UD Almería. Lo intentaré hacer con la mayor dedicación y honradez posible y que todos estemos contentos.
-Pasar a ser el primer capitán en tu caso, ¿es como pasar de vivir en pareja a estar casado?
-Es algo que, de alguna manera, he ido tocando poquito a poco al estar entre los cuatro capitanes en las dos últimas temporadas. Sí es algo que conoces un poco pero que, evidentemente, hay una responsabilidad mayor al ser la representación de todos los compañeros. La conozco y voy intentar hacerla con la mayor honradez. Luego, te puedes equivocar o acertar. Seguro que no me va a faltar honradez ni dedicación.
-Un nuevo paso a tu ya gran vinculación con el club, la ciudad y todo lo que representa Almería.
-Sí. Al final el paso del tiempo te va dando roles más importantes y responsabilidades más importantes. No es lo mismo el primer año que llegas a un club que cuando ya llevas seis e inicias la séptima temporada. Hay que asumir esa responsabilidad de representación y de nexo con la afición, la calle y los abonados. Estoy muy feliz porque no es habitual en el fútbol de hoy en día cumplir tantas temporadas en la misma plantilla. Se hace complicado tanto por intereses de los clubes como de los jugadores unir objetivos y estar contentos todas las partes. En mi caso está pasando y estoy muy feliz y muy identificado.
-Cuando llegaste al Almería hubo un cambio de ciclo. Se fue Paco Flores y llegó Unai Emery como entrenador. Se habían ido jugadores emblemáticos como Galca o Manolo Gaspar. Y aterrizasteis otros que habéis marcado el pasado más reciente y glorioso del Almería. ¿Puede haber una similitud ahora con la salida de José Ortiz o de Carlos García?
-Es evidente que todas las temporadas se regeneran las plantillas. Sí que es cierto que la temporada anterior, que queríamos que fuese una continuidad al equipo de Primera y poder subir en esa primera ocasión, ahora hay que replantearse nuevamente los objetivos. Marcarlos con mucha certeza y con mucha calma y tranquilidad. No lanzar las campanas al vuelo desmesuradamente. Regenerar las ilusiones en cuanto a los futbolistas que lleguen. En cuanto generaciones que, evidentemente, serán más jóvenes. Además, pueden ver en la primera plantilla a jugadores que han estado en la casa en los equipos inferiores. Sí es cierto que puede ser un año en el que se aprecien cambios y que se regeneran ilusiones y objetivos.
-Cuando abras el vestuario el 9 de julio, ¿se te hará difícil el no ver a algunos compañeros como Carlos García, José Ortiz o Santi Acasiete?
-A nivel amistad me va a pasar con Carlos (García). Teníamos muy buena relación y es un compañero de los que da alegría ver cada mañana en el vestuario. De los que siempre tiene buenas conversaciones. Eso lo voy a echar de menos. Con José Ortiz, porque no me podía imaginar un vestuario en el que entrase la UD Almería en el Estadio Mediterráneo y no ver a José. Va a ser una novedad.
-Comienzas ya tu octava temporada en la provincia de Almería. Tras una en el Poli Ejido, ya son siete en la UD. ¿Qué te llevó para desechar otras ofertas y seguir aquí?
-El año del ascenso (2007) fue tan maravilloso que no me podía permitir el lujo de ir a otro sitio y perderme lo que pensaba que venía después. Lo que viví ese año viene confirmando que los años que llevo viviendo aquí he sido muy feliz.
-Has vivido muchos momentos importantes en tu carrera. ¿El día del ascenso con el Almería sigue siendo el más importante?
-Sí. Fíjate que con el Real Zaragoza he coincidido en dos años en los que ganamos la Copa del Rey. Son títulos muy bonitos e importantes. Son partidos, las finales de la Copa, preciosos a nivel de ambiente. Pero quizás el Zaragoza no era una novedad para ellos la Copa del Rey y no hacía tanto tiempo que habían ganado un título en esa casa. El ascenso en el Almería está fuera de lo que se pueda pensar y expresar con palabras. Era algo que te hace sentir una emoción eterna que es incomparable.
-De los cuatro años en Primera, te quedas con la victoria ante el Real Madrid (2-0), las semifinales de la Copa del Rey contra el Barcelona...
-Mira que hemos estado cuatro años en Primera y hemos tenido momentos maravillosos, pero el que más haya que destacar por la importancia que, creo, nos dio al juego de la UD Almería fue el primer partido en Riazor que ganamos 0-3. Quizás de no haber tenido ese debut no estaríamos hablando de una trayectoria tan brillante. Fue decisivo para un espaldarazo a todos que estábamos muy recelosos durante la pretemporada por cómo seríamos capaces de afrontar la Primera División. Ya no sólo a nivel plantilla. También a nivel institucional, a nivel ciudad tras haber estado 30 años sin estar entre los mejores. Ese resultado nos dio unas alas que nos permitió estar cuatro años en la máxima categoría.
-¿Os pellizcasteis después de conseguir esa victoria?
-No nos pellizcamos pero sí la interpretación que le dimos a ese partido. La conclusión que sacamos era que sí estábamos capacitados para jugar en Primera. Lo habíamos demostrado ya en la primera jornada ante un equipo histórico como era el Deportivo de La Coruña que venía de ser un equipo importante en la última década. Nos dio mucha moral.
-¿Se puede repetir esa experiencia y, por tanto, que haya antes otro ascenso?
-Por supuesto que sí. Creo que se puede vivir otro ascenso. La UD Almería, cada año que esté en la Liga Adelante, estará con un proyecto y una capacidad para poder ascender. Otra cosas es que se logre. Conseguirlo es una tarea complicada, pero siempre se puede volver a repetir.
-De los cuatro que han ascendido de Segunda B (Real Madrid Castilla, Mirandés, Lugo y Ponferradina) parece que son menos rivales para el ascenso que Cádiz y Tenerife.
-Al menos por el nombre a priori es así. Pero sabemos que siempre el fútbol está cansado de demostrarnos que las teorías, en cosas de este tipo, las puede destrozar. Le pasó al Granada en el primer año recién ascendido de Segunda B que ascendió a Primera División. Vamos a comenzar la temporada pensando en respetar al máximo a todos nuestros rivales. En ir poco a poco. Ya hemos comprobado este año lo larga que se hace la competición en Segunda División y vamos a tener en cuenta que cualquier equipo, hoy en día, con los ajustados que están todos los presupuestos por los problemas que pasan los que, en teoría, son gallitos de la categoría puede dar la sorpresa.
-¿El fútbol está cambiando a peor?
-Es obvio. La situación económica está marcando mucho las políticas de los clubes y la manera de trabajar. Sobre todo, en Segunda División, el que ya no haya equipos que sabías al comienzo que iban a ascender, Ahora ya no pasa eso. La competición está muy abierta. Hay 10-12 equipos que, cualquiera, puede dar el salto de categoría.
-Este domingo (hoy), España juega la final de la Eurocopa y hay uno de la Roja al que conoces perfectamente y fue titular ante Portugal. ¿Es una satisfacción personal ver a Álvaro Negredo con la selección?
-Es una satisfacción y un orgullo. Le decía el otro día a Juanjo Moreno (Director de Comunicación de la UD Almería) que fue una lástima que, siendo jugador del Almería, no lo llamara Vicente del Bosque. Que no adelantara su convocatoria al periodo en el que estuvo con nosotros. Creo que estaba igual o a un nivel superior al que ha estado después en el Sevilla. Le hubiera dado una satisfacción a toda la gente de Almería y una marca a la UD que hubiera sido recordada por muchos años y, aquí, nos hubiéramos alegrado un montón. Haber tenido un jugador internacional absoluto con España. No lo pudimos tener. Me alegro que, para él, esté siendo fantástica su andadura con la selección, aunque nos queda esa lástima que no fuera siendo jugador del Almería.
-Tú también has compartido vestuario con otros (Iker Casillas) de los que pueden esta tarde ganar su tercer título consecutivo con la selección española absoluta. ¿Quién os iba a decir en categorías inferiores que se viviría ahora la edad de oro del fútbol español?
-Con Iker (Casillas) ya se preveía que iba a ser un grandísimo portero. Desde muy niño era algo que llamaba mucho la atención. Sí que ha coincidido la mejor generación en nuestro fútbol. Sin haber visto época de antaño, los historiadores sí coinciden en que estamos ante la mejor generación de futbolistas en España. Es un orgullo para todos los futbolistas de este país el estar compitiendo en esta etapa contra esos jugadores. Es una satisfacción formar parte, de una manera testimonial, de esta generación.
«No me imagino un vestuario sin la presencia de Ortiz Bernal»
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