El Roquetas se complica la situación

CD ROQUETAS | REAL BETIS B · LA CRÓNICA :: Recen lo que sepan
El Roquetas vence con mucho sufrimiento a un filial bético cargado de suplentes
Los rojillos llegan con opciones a la última jornada merced a dos penas máximas
PABLO LAYNEZ / ROQUETAS DE MAR | DIARIO DE ALMERÍA

Raúl celebra el primero de sus goles desde el punto de penalti con sus compañeros
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Cuando un equipo se juega el todo por el todo, no hay tácticas que valgan. Ni valen las estrategias ni las posiciones. Es corazón. Ganas de sobrevivir. Instinto de supervivencia. El Roquetas tenía ayer uno de esos partidos que podía ser el principio del fin o el comienzo de la esperanza. Por suerte, salió concienciado de lo que se jugaba, a lo que ayudó el apoyo de una incondicional grada que, pese a que no acuda en masa, pone su granito de arena siempre.

La tensión en el equipo de Ortega se podía cortar con un hilo: la cara de los jugadores en el mismo calentamiento hacía creer a los más pesimistas: mientras tuviera el más mínimo resquicio de aferrarse a un clavo ardiendo, el Roquetas lo iba a hacer. Y la primera bocanada de aire fresco la puso un Rubén Rivera que se está echando el equipo a sus espaldas: el talaverano se marchó perfectamente de Ávila por su banda y Borja, cuando Mara iba a rematar a placer, lo trabó. Penalti y la responsabilidad para Raúl. El capitán, uno de los que seguro que no bajará nunca los brazos, lo tiró con tranquilidad para adelantar a los suyos a los 4 minutos.

La esperanza surgió a borbotones entre una afición que estaba tan pegada a su bufanda como a la radio. Sin embargo, el comienzo ante el Ceuta fue similar y al final los caballas se llevaron los tres puntos. La lección debía estar aprendida y los jóvenes jugadores béticos [algunos juveniles] no podían meterle mano a los almerienses. Ortega se desgañitaba en la banda tratando de evitar despistes defensivos mientras sus jugadores buscaban alguna contra para hacer la ventaja en el marcado mayor.

Pasada la media hora y con la mala noticia de que el Écija, un rival directo por la permanencia, se había adelantado ante la Balompédica Linense, los nervios se dispararon al ver cómo Abad Esteban se hacía el sueco ante un agarrón de libro de Fernando a Raúl. El capi, con la camiseta remangada casi hasta los hombros debido al abrazo del oso al que le había sometido un central bético, se desesperaba porque un segundo gol era un seguro de tranquilidad.

Como cuando una cosa se merece y se lucha por ello se consigue, el Roquetas encontró el 2-0. Si los rojillos se habían adelantado nada más empezar, a falta de dos minutos para el descanso daban un nuevo golpe psicológico. Mara, el más listo de la clase, sortea a la zaga bética y es derribado por el meta Bernabé. El bote que dio todo el banquillo almeriense mucho quiso decir. Y eso que todavía Abad Esteban no había expulsado al portero y Raúl no había batido por su izquierda a Ayala. Mejor no se podía poner la película, era momento de tener la cabeza fría y las piernas a punto.

Sin embargo, con tanto en juego es imposible vivir tranquilo. Así, un fallo atrás propició el tercer penalti de la tarde y Agudo puso el corazón en un puño a los más de mil hinchas roqueteros que se amargaban al escuchar que el Écija iba camino de la victoria y el Lorca mandaba a Tercera a La Unión con el 2-0. Nadie se atrevía a moverse de sus asientos, en Los Bajos no se escuchaba una mosca. Pero el Betis B no venía con malas intenciones y tampoco jugó con los nervios locales, que parecieron difuminarse con la lesión de Damián cuando los verdiblancos ya habían hecho los tres cambios.

Con dos más, el Roquetas puso la oreja en los campos en los que también jugaba. Los resultados no acompañaron, algo que fue un jarro de agua fría para las esperanzas rojillas. Habrá que ir a vencer a La Línea, ante una Balona que se juega el segundo puesto. La empresa es muy complicada, pero a la fuerza, ahorcan.
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