lunes, 28 de noviembre de 2011

Una rivalidad sana, mal entendida


Dos aficiones que otrora se animaron ante Orense y Racing de Santander para evitar los descensos a Segunda B, ahora viven permanentemente picadas · Insultos y faltas de respeto, la manera de animar
PABLO LAYNEZ / DIARIO DE ALMERÍA

Hace ya ocho largos años que los gerifaltes de un equipo decidieron enfrentar a las aficiones de Almería y Poli Ejido por querer el descenso para sus hermanos, que no primos. Desde entonces, la rivalidad futbolística y el conveniente pique deportivo se ha convertido en una rastra de insultos, menosprecios y falta de respeto incluso hacia personas ya fallecidas. Los que ayer coreaban más el nombre de su rival que el de su propio equipo, olvidan que la afición ejidense animó en el Municipal al Almería Club de Fútbol ante el Orense para evitar el descenso a Segunda B, favor que le devolvieron los hinchas capitalinos en el encuentro entre el Poli Ejido y Racing de Santander en el viejo Santo Domingo. Ésas sí eran un ejemplo de aficiones fieles.
Una rivalidad sana, mal entendida

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