lunes, 29 de agosto de 2011

¡Zafarrancho de combate!

Los rojiblancos comienzan su preparación ante el frenético calendario que les espera

El Almería reanuda este martes los entrenamientos, tras la jornada de descanso del lunes, y lo hará con una doble sesión de trabajo para comenzar a preparar la intensa y frenética semana de competición que le espera, puesto que los rojiblancos tendrán que alternar sus compromisos de la Liga Adelante con su estreno en una nueva edición de la Copa del Rey. De hecho hay que subrayar en este sentido que el sábado los almerienses recibirán en casa al Girona en partido correspondiente a la tercera jornada del campeonato de la regularidad (18 horas); el miércoles, 7 de septiembre, volverán a jugar en el Estadio de los Juegos Mediterráneos frente al Guadalajara en la segunda eliminatoria del torneo copero (21 horas), y el fin de semana del 10 y 11 de septiembre visitarán al Real Murcia en la cuarta jornada de la Liga.

Afortunadamente, dos de estas confrontaciones son en casa y la que tendrán a domicilio supone un corto desplazamiento, por lo que esta circunstancia supondrá un respiro dentro de la exigente agenda que le espera a la UD Almería.

La plantilla entrenará este martes, a las 9,30 y a las 19 horas, en el anexo del Mediterráneo, donde seguirá trabajando el resto de la semana pero ya en sesiones matinales (10 horas). Lucas Alcaraz tendrá que recurrir, de nuevo, a varios jugadores del filial puesto que en estos momentos sólo tiene 16 futbolistas disponibles de la primera plantilla después de las ausencias de Albert Crusat, que está negociando su fichaje con otro club, y de Santiago Acasiete, que se ha incorporado a la selección nacional de Perú para disputar dos amistosos, aunque uno de ellos está en el aire. En cualquier caso el peruano se perderá seguro el partido contra el Girona, en el que los rojblancos buscarán estrenarse en casa con un triunfo ante un rival a tener muy en cuenta después de los fichajes que ha realizados. El 1-4 que le endosó el Elche no deja de ser sorprendente y engañoso porque el potencial de los catalanes es indudable.
¡Zafarrancho de combate!

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