JOSÉ GABRIEL GUTIÉRREZ | IDEAL
Los rojiblancos hicieron méritos para superar con comodidad a su rival, pero les faltó definición
Lógica la alegría y satisfacción de haber conseguido el principal objetivo, que no era otro que el de anotarse los tres puntos en juego, que se generó ayer al final del partido contra el Cacereño, en el entorno rojiblanco, especialmente en los jugadores y entrenador de la UD Almería B. Al contrario que en el primer envite en casa de la pasada temporada, el comienzo de Liga como local ha sido totalmente opuesto para el filial rojiblanco. Ya tiene sus primeros tres puntos, después de haber vencido (2-1) a un rival, el CP Cacereño, que se marchó del Estadio Mediterráneo con derrota, pero con la cabeza muy alta y tras haber dejado una grata impresión de equipo sobrio y muy bien dirigido por Pedro Braojos.
Un penalti sin paliativos, dos expulsiones de jugadores visitantes, con lecturas de todo tipo, y la anulación de un gol -para la polémica- en tiempo de descuento, marcaron algunas de las grandes claves del partido. Sin embargo, lo que no es menos incuestionable es que la UD Almería B buscó más el área rival que el conjunto extremeño. De haber estado atinado de cara al gol o de que René, el portero del CP Cacereño, no se hubiese erigido en la gran figura de su equipo y del partido, hubiese generado menos dudas la realidad del 2-1 que imperó en el marcador del Estadio de los Juegos Mediterráneos. Los tres puntos se quedaron en casa, pero quedó claro, pese a la inferioridad numérica extremeña, que al filial le espera una Liga tremendamente competida para poder alcanzar su objetivo de la permanencia.
Sin goles y con uno más
Bien posicionado, moviendo el balón al primer toque y con mucho criterio en sus acciones, la UD Almería B fue 'poniendo forma' al partido. El que, ni en apenas un entrenamiento desde que inició la pretemporada, Francisco hubiese podido tener bajo su supervisión a todos sus efectivos se dejó notar en los primeros compases del partido. Así, cuando apenas iban cuatro minutos, el primer aviso rojiblanco, con centro de Alberto Martín, que neutralizó René adelantándose al intento de remate de Pallarés.
Al filo del m. 8, el partido comenzó a generar otra dinámica. El visitante Diego vio la tarjeta roja, al derribar a Pallarés que enfilaba directo hacia el marco visitante y el colegiado le mostró la tarjeta roja al jugador del CP Cacereño, dejando a su equipo en inferioridad numérica, con 82 minutos de partido por delante.
Sin embargo, Pedro Braojos supo 'mover sus fichas', logrando mantener el orden y la disciplina en su equipo, aunque sin poder evitar, como era lógico, que la presión ofensiva de la UD Almería fuese en aumento. Las ocasiones rojiblancas, para poder abrir el marcador, fueron llegando, aunque con 'cuentagotas'. Y las que lograba culminar, con llegadas al área, las desbarataba René, el meta del CP Cacereño, que tuvo una fenomenal actuación. En el m. 22, tras un 'cañonazo' de Santi Amaro que con muchos apuros pudo desviar a córner el meta local Lopito, llegó la primera gran ocasión de gol rojiblanca, con un remate de 'rabona' a cargo de Cristóbal que, muy atento y con grandes reflejos, atajó René.
El CP Cacereño, que miraba más al marco local que al suyo propio, buscó abrir el marcador con sendos disparos de Álex y Santi Villa, que hicieron crear dudas en las gradas. En el último tramo de la primera parte, recuperación del mando por parte almeriense, con dos buenas ocasiones de gol. Una de Cristóbal, magistralmente neutralizada por René, y otra a disparo de Jonathan que, otra vez, desbarató el meta visitante. Y así, al descanso.
Empate, roja y penalti
En la segunda parte, nada más comenzar, la UD pareció haberse dejado los nervios del debut en vestuarios, y con un Francisco muy activo desde el banquillo supervisando y arengando a sus jugadores, el partido entró en otros derroteros, aunque hubo un primer aviso visitante, a cargo de Israel, cuyo disparo logró desviar Lopito. Pero, a partir de ese lance, el mando y control se fue decantando del lado rojiblanco, con dos excelentes ocasiones para haber abierto el marcador.
La primera, en el m. 54, con un balón de Jonathan al lado opuesto, donde lo recibió Pallarés, ubicado en una inmejorable posición, pero no pudo controlar bien el esférico y su remate se marchó desviado. En el m. 60, otra jugada con 'sabor a gol' rojiblanco, igualmente no aprovechada. En esta ocasión, de nuevo con Pallarés de protagonista final, ahora a pase de Cristóbal y la intervención del meta René alejó la llegada del 1-0.
El partido, con una UD Almería B que iba a más, que aumentaba su dominio, control y criterio en su juego, ofrecía la sensación ambiental de que pronto llegaría el gol para los de Francisco. Y así fue. En el m. 62, una incursión por banda de García Márquez -había entrado en el minuto 51- la culminó éste con una preciosa 'vaselina' que hizo inútil los intentos de René para evitar el gol. Un tanto de muy bella factura, con calidad y temple, que ponía el 1-0 en el marcador. Era el primer gol de la UD Almería B, que hacía justicia a su buen trabajo ante un rival que, pese a jugar con uno menos, seguía mostrando ilusión por no irse de vacío.
Y esa ambición de los de Braojos les hizo conseguir el empate. En el m. 66, cuatro después del 1-0, la llegada del 1-1 que, para no ser menos, lo hizo con vitola de 'golazo'. La señalización de una falta muy dudosa cerca del vértice del área local, fue perfectamente aprovechada por Santi Amaro, que con potencia y colocación supo dirigir el balón hasta el fondo de las mallas, haciendo inútil la estirada de Lopito. Después, con el partido ya 'loco', en el m. 73, manos de Carrizosa en el área y penalti. Lanzó José Ramón, logrando el 2-1, con aumento de acoso al marco rival, pero sin definición para poner el 3-1. Y, en el descuento, lance polémico, por la anulación de un gol del ex rojiblanco Mena, que pudo haber sido el empate.
Almería B: Lo que no mata te hace más fuerte. Ideal
Francisco vio justa la victoria y para Braojos lo mejor hubiese sido un empate. Ideal
El banquillo salvador (2-1). Diario de Almería
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