lunes, 8 de septiembre de 2014

La UDA, buen balance financiero

La UD Almería, en el lado del haber de la balanza financiera


Aleix Vidal marca ante el Valencia, mientras Barragán trata de impedirlo. / EFE 

El Almería ingresa más de tres millones por la venta de Aleix, mientras los que han llegado al club lo han hecho a coste cero, salvo Thievy
El capítulo de ingresos en la Liga supera con creces el de gastos
CAMILO ÁLVAREZ / JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA

La Liga española hace tiempo que cambió su dinámica en el mercado de fichajes. Los clubes de Primera, salvo las excepciones de sobra conocidas, han pasado de ser compradores de talentos a fábricas de los mismos. Ahora se busca un futbolista barato y con proyección para que en un corto espacio de tiempo se convierta en un negocio rentable. Para ello, ha hecho falta una crisis económica en el país, que ha castigado especialmente a un sector, el futbolístico, abanderado del derroche. La Liga de Fútbol Profesional se ha tenido que mover para intentar acabar con una situación que amenazó la estabilidad del balompié patrio. El control económico de los clubes, el 'fair play' financiero, son términos que se repiten cada verano desde hace años.

No hay que remontarse demasiado para comprobar los estragos de una norma inflexible. El Murcia ha acabado en Segunda B cuando hace unos meses estaba peleando por alcanzar la Primera división. El Getafe debe prescindir de Pedro León, pues el control financiero al que la LFP somete a los clubes impide que estos puedan destinar más de un 70% de sus ingresos al coste salarial de la plantilla. El techo de la entidad madrileña se fijó en 17 millones y con la ficha del murciano se sobrepasa. El futbolista no aceptó una rebaja en sus emolumentos (cerca de 3 millones de euros) y se queda sin poder jugar. La intención de Ángel Torres, presidente azulón, era venderlo, pero ninguna de las propuesta sedujo a ambas partes. Esta medida sí se ha adoptado en otro club como el Elche, en el que todos los integrantes de la plantilla han aceptado una reducción del once por ciento de su salario para que se pudieran inscribir tres compañeros.

Sin problemas financieros
En el Almería ese problema de tener que bajarse el sueldo para no superar el tope salarial no existe. El conjunto almeriense sigue siendo un club atado a la austeridad, que no da pasos en falso para mantener un equilibrio económico que no dé con sus huesos en una categoría inferior por un mal paso administrativo. La única salida pagada ha sido la de Aleix Vidal, por el que el Sevilla ha desembolsado alrededor de tres millones de euros. Por contra, apenas ha gastado para reforzar la plantilla y eso que han llegado hasta trece jugadores.

La mayoría de los que han arribado a la UD son futbolistas que lo han hecho a coste cero. Salvo el franco-congoleño Thievy, por el que ha pagado 200.000 euros por su cesión -descontables del precio de venta en caso de que a final de temporada haya intención de quedarse con él-, y la 'compra' de Julián Cuesta, cuyo saldo no supone un desequilibrio en el aspecto financiero, el resto de jugadores son rojiblancos porque concluían su relación contractual con el club de procedencia, como son los casos del cancerbero exvallecano Rubén, el lateral Ximo Navarro, que lo hizo desde el Mallorca; el central Mauro dos Santos, que llegó del Real Murcia; Hemed, después de cumplir su etapa en el Mallorca, o Quique, que lo hizo tras concluir su etapa en el Guadalajara. Además, Fran Vélez, por ejemplo, pertenece ya a la primera plantilla rojiblanca procedente del filial, tras disputar los últimos cuatro partidos con el primer equipo la pasada Liga.

Recuperaciones
La UD Almería ha recuperado, sin tener que poner un euro, a dos jugadores, el brasileño Michel Macedo, que había estado jugando las dos últimas temporadas en el Atlético Mineiro, y a Édgar Méndez, que la pasada temporada, tras cumplir con creces en el filial en la etapa de Francisco, defendió los colores del Real Jaén, en Segunda A hasta la apertura del mercado de invierno, para jugar la segunda parte de la campaña en el CD Tenerife.

Thomas Partey, procedente del Atlético de Madrid; Teerasil Dangda, del Muangthong United, y Wellington Silva, del Arsenal, llegan a la entidad en calidad de cedidos.

La tendencia del Almería no ha variado desde que debutara en Primera, de la mano de Unai Emery, en la temporada 2007/08, en lo que se refiere a incorporar jugadores. Hombres sin nombre para un club eminentemente vendedor. Bien es cierto que las 'transacciones' no le salieron demasiado bien con jugadores como Juanma Ortiz o Kalu Uche, cuyos clubes dieron en quiebra y no pagaron, pero sí con Felipe Melo (8 millones de euros), Álvaro Negredo (5 millones), Pablo Piatti (7,5 millones), Diego Alves (3 millones) Albert Crusat (2,25 millones) o Leo Ulloa (1,8 millones).

De todas formas, el mejor ejemplo de negocio rentable es el Sevilla, que desde hace tiempo practica una filosofía muy clara basada en la confianza en el buen ojo de su director deportivo, Monchi. Rastrea el mercado en busca de jugadores de perfil bajo con potencial para explotar. Los acogen en su seno y les dan la confianza necesaria para que crezcan y se conviertan en estrellas. Luego los venden a un precio mucho más alto del pagado. La otra fórmula es generar los talentos en su propia cantera. Alberto Moreno es la última perla sevillista en marcharse. Se fue al Liverpool previo pago de cerca de 20 millones. El Sevilla cierra el mercado estival con un saldo positivo de casi 30 millones, según publica El País.

Buen ojo
Los dos primeros en esta lista de clubes que mejor balance ofrecen son los vascos del Athletic Club y de la Real Sociedad. El primero tiene justificación, pues con su idiosincrasia particular solo ficha futbolistas de la tierra, algo difícil de encontrar para un equipo de élite que disputará la Champions League. La venta de Ander Herrera al Manchester United por 36 millones y el único millón como gasto -llegó Viguera- reflejan su situación particular. Los leones siempre se remiten a las cláusulas de rescisión y eso es un valor seguro. La entidad 'txuri urdin', por su parte, solo con la venta de Griezmann (30) y de Claudio Bravo (12) ya ha hecho una caja más que suficiente para mantener uno de los proyectos más sólidos y saneados de Primera.

En el lado opuesto aparecen los tres grandes, los verdaderos animadores del mercado si se atiende solo a la inversión. El Barcelona necesitaba una profunda renovación que ha afectado hasta al banquillo. La mala temporada anterior ha hecho que hayan querido acabar con todos los males de una tacada. 157 millones de euros han desembolsado hasta el 1 de septiembre, fecha de cierre del mercado de traspasos. Solo por Luis Suárez se han pagado más de 80 millones. Por contra, sus ventas le han servido solo para financiar la compra del uruguayo y eso que se han hecho operaciones importantes en 'can Barça', como la de Cesc con el Chelsea o la de Alexis con el Arsenal.

También el Real Madrid ha mostrado su poderío económico con la llegada de James Rodríguez (80) o Kroos (25). Pero las salidas de Di María, Xabi Alonso y Morata le han servido para nivelar la balanza y conseguir reducir su déficit a unos 6 millones de euros, una cifra muy por debajo de la registrada habitualmente.

El otro grande es el Atlético de Madrid, que ha decidido invertir todo lo ingresado tras proclamarse campeón de la Liga y finalista de la Champions. Simeone es un entrenador exigente no solo en el campo con sus jugadores sino también con los que mandan en el club. El argentino le ha trasladado la importancia de mantener el nivel competitivo de la plantilla para seguir aspirando a estar arriba, a títulos. Se han marchado jugadores tan importantes como Diego Costa, Filipe o Courtois, pero a cambio han llegado figuras como Griezmann o Mandzukic. El mejor ejemplo de la evolución económica colchonera ha sido el traspaso del meta Oblak por 16 millones procedente del Benfica, la cantidad más alta pagada por un portero en la Liga. Y eso que ahora el titular es Moyá, más económico.

La época de dispendios ha terminado en España. Desde hace tiempo toca apretarse el cinturón y ajustar los presupuestos al máximo. Según publica El País, solo en Primera División se ha registrado un superávit de 50 millones de euros, cuando no hace tanto tiempo era siempre negativo, con cifras que asustan ahora que no se cuenta con tantos recursos y tanta manga ancha. Muchos futbolistas nacionales buscan su futuro lejos de casa, donde están mucho mejor pagados.
La UD Almería, en el lado del haber de la balanza financiera

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