Escrito por César Vargas · Sportalmeria
Cuando las cosas van mal, cuando nada sale como estaba planeado, cuando parece que intentarlo no es suficiente, a veces solo es necesario desconectar. Evadirte de una realidad que no es la idónea. Olvidar los problemas. Eso ha hecho en Sevilla un equipo que se ha transformado en la apisonadora que fue antaño. El Almería B por fin ha disfrutado en un terreno de juego.
Salía el filial rojiblanco con una defensa de cinco al césped del Ramón Cisneros, consciente Miguel Rivera de la importancia de no recibir goles. Con esta solidez atrás, los visitantes salieron en tromba, sin concesiones. En el minuto 2 tuvo Mario Martos la primera con un gran lanzamiento que atrapó Sergio Rico. Instantes después, una internada en el área del propio Martos acabó con derribo de Luismi. Penalti claro. Nico Valera hacía el 0-1 desde los once metros.
Lejos de conformarse, el filial siguió volcado sobre la portería sevillista. No paraba de llover sobre la ciudad deportiva hispalense, pero el diluvio más intenso tenía nombre y apellidos: Unión Deportiva Almería B. En el 20’, un córner botado por Nico Varela era cabeceado a la red por Fran Vélez. Apenas dos minutos después, Martínez era expulsado. Se quedaban con diez los locales. El panorama era inmejorable para los de Miguel Rivera.
Cada jugada a balón parado era una pesadilla para los sevillistas. Míchel Zabaco tuvo el tercero, pero fue Borja Lázaro el que se llevó el gato al agua tras una magnífica jugada personal que finalizó ajustándola ante Sergio Rico. El Almería B se plantaba con un 0-3 al descanso. Pudieron ser más, pero el palo evitó que Mario Martos hiciera el cuarto. En la segunda mitad, misma tónica: el rodillo visitante no cesaba mientras el Sevilla Atlético pedía clemencia.
Guiados por unos fantásticos Selfa, Mario Martos y Nico Varela, los almeriensistas buscaban darle la estocada a un rival herido de muerte. Entraba al campo Hicham por Nono. Miguel Rivera mandaba un claro mensaje desde el banquillo: que el asedio no pare. Y no paró. Al igual que la incesante lluvia, el Almería B seguía constante, empapando y calando hasta los huesos a un Sevilla Atlético indefenso. La hambrienta hiena rojiblanca por fin olía la sangre de un rival, y no iba a dejar pasar la oportunidad de devorarlo.
Pasada la hora de juego, Borja Lázaro hacia el cuarto y su segundo particular, cruzándola a las mil maravillas, al igual que hizo para anotar el primero. Entonces, el Almería B bajó momentáneamente el pie del acelerador. Parecía que todo acabaría ahí. Pero solo fue la calma que precede a la tempestad. El ojo del huracán, y es que a falta de dos minutos para el final, el recién incorporado Tiago hacía la manita.
Segunda victoria de Miguel Rivera en los tres partidos que lleva al frente del filial, lo que deja a los rojiblancos en la zona de promoción. No ha sido un triunfo más. Ha sido un golpe en la mesa de un equipo que está haciendo todo lo posible para despertar. Hoy los futbolistas almerienses han vuelto a pasárselo bien haciendo lo que más les gusta: jugar al fútbol.
SEVILLA ATLÉTICO: Sergio Rico, Modesto, Moi, Garrido, Martínez, Luismi, Jonny (Joaquín 61’), Eugeni (Beto 45’), Carlos Fernández, Cotán y Gil (Barca 35’).
UD ALMERÍA B: Víctor Ibáñez, Sergio Iglesias (Adri 69’), Bonaque, Míchel Zabaco, Jaime Paredes, Fran Vélez, Selfa, Nico Varela (Tiago 80'), Nono (Hicham 62’), Mario Martos y Borja Lázaro.
ÁRBITRO: Víctor Pérez Peraza (tinerfeño). Amonestó a los locales Luismi y Beto y a los visitantes Nono y Fran Vélez. Expulsó por doble amonestación al local Martínez.
GOLES: 0-1 Nico Varela, de penalti (2’). 0-2 Fran Vélez (20’). 0-3 Borja Lázaro (37’). 0-4 Borja Lázaro (67’). 0-5 Tiago (88’).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la vigésimo quinta jornada del Grupo IV de Segunda División B disputado en la Ciudad Deportiva Ramón Cisneros. El fuerte viento y la incesante lluvia fueron una constante durante los noventa minutos.
Diluvio almeriense bajo la lluvia
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