lunes, 10 de febrero de 2014

Cerrada por 'reformas'

El cambio de filosofía, bien guardado atrás para llegar vivo al final, hace crecer al conjunto dirigido por Francisco, que supera al Atlético con el planteamiento
JUANJO AGUILERA / IDEAL ALMERÍA

Esteban, el guardián de una puerta cerrada por el gran trabajo de equipo :: J. J. A.

La conclusión del partido disputado el pasado sábado, en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, que terminó con la victoria de la UD Almería tiene lecturas añadidas, al margen de que fue ante el que era líder de la clasificación -que es importante- o de que pudo influir la actuación de Teixeira Vitienes. Más que nada, en cuanto a esta última apreciación, porque cualquier apunte en ese sentido ya es inamovible y, otra vez, el cuadro colchonero dobló la rodilla en su visita a la capital almeriense.
Lo importante llega como consecuencia del marcador, precisamente de eso. Con el del sábado, el Almería lleva cuatro partidos seguidos sin encajar gol en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Una solidez que contrasta con los seis de siete en los que no pudo cortar la 'sangría'. En la siete primeras jornadas en casa, la UD Almería siempre se complicó las victorias por encajar. Solo en el partido ante el Valladolid, que lo ganó 1-0, no estuvo obligado a hacer más de un gol para lograr el triunfo. En los otros seis encuentros, el equipo de Francisco encajó hasta 15 goles.
Pero de un tiempo a esta parte, en concreto desde el choque disputado frente al Espanyol, el 15 de diciembre, la portería de la UD Almería parece tener un 'candado' que nadie, en Liga, ha sido capaz de 'desbloquear'. Es cierto que a lo largo de estas cuatro jornadas la suerte se ha podido aliar con los de Francisco, pero no es la suerte el único factor que ha hecho que se cambien las tornas. Esta al final te devuelve lo que te quita y, en el primer tramo de la Liga, no estuvo aliada con los rojiblancos. Hay, sobre todo, un planteamiento, es el fruto de la 'reforma' de un equipo entregado al gol en las primeras jornadas y que ahora, sin descuidar esa faceta -ha ganado tres de los cuatro partidos-, trabaja mejor en tareas defensivas.

Cambio de cara
Fundamental ha sido el cambio de cara mostrado por un equipo, el rojiblanco, que al margen de saber madurar los partidos, de leerlos, maneja otras cosas. Su fútbol no es tan espléndido como en los inicios de temporada, en los que el equipo no supo guardar las ventajas. Pasó, por ejemplo, con Villarreal, Getafe, Elche, Levante... En los cuatro partidos tuvo ventaja para ganar, pero la 'alegría' le pasó factura en los cuatro encuentros.
Ante el Villarreal ganaba 2-1 y el cuadro de Marcelino García Toral le dio la vuelta al marcador en los últimos diez minutos, fruto de esa alegría por querer marcar más, descuidándose en defensa. Una situación similar a la ocurrida frente al Getafe, en la que también ganaba 1-2 y, en el último tramo del partido, empató el equipo de Luis García con gol conseguido de penalti.
Ante el Elche fue, si cabe más sangrante. El equipo rojiblanco siempre fue por delante en el marcador hasta que en el descuento marcó Boakye, en fuera de juego, pero más que la forma, fue por el tiempo. Faltó 'picardía' en los últimos minutos para que en el descuento no se jugara.
Sucedió casi lo mismo frente al Levante, el rival al que se enfrentará la semana próxima en el Ciutat de Valencia. Un 'penaltito', pero sobre todo la expulsión de Christian pasaron factura, con un segundo gol que llegó fruto de una mala defensa rojiblanca. Pape Diop, que puso las tablas, lo hizo con un disparo a la salida de un córner mal defendido.

El aprendizaje
Pero aquel partido 'perdido' en el último segundo de un descuento de cuatro minutos, el del Elche, fue un aprendizaje que se aplica ahora, que provoca sentimientos encontrados. Se ganan partidos por no jugar, aunque el rival quiera -el del Getafe en casa- y se pierden partidos por querer jugar o querer decir que se quiere y que el rival no quiera -el de Elche-.
Pero se aprende porque se juega de una forma diferente. Las alegrías existen. Es difícil cambiar comportamientos cuando siempre se ha trabajado con otro 'catecismo', pero, al menos en casa, se ha hecho y en los cuatro partidos en los que la UD Almería está sin encajar gol ha dominado menos el balón -lo de la posesión es en la mayoría de las veces una 'milonga' si no hay calidad- y ha dominado más los partidos. Y, además, con diferentes 'partituras'. La del Espanyol fue la más 'tosca', la del Granada la más intensa y las del Getafe y Atlético con más paciencia. Ante los azulones para marcar y 'aparcar el balón' y ante los atléticos para igualar la intensidad colchonera, pero para ser paciente y aprovechar el tramo final, usando que el Atlético no era el mismo de otros partidos, para ganar. Si fue o no penalti, eso es historia. Para entonces ya ganaba el Almería y, otra vez, con la puerta cerrada por 'reformas'.
Cerrada por 'reformas' - Unión Deportiva Almería S.A.D.

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