Escrito por César Vargas / Sportalmeria / Foto: Pepe Navarro
Francisco y sus jugadores se han hartado estos días a decir que no podían confiarse ante un conjunto, el Racing, que había eliminado al Sevilla en dieciseisavos. Han repetido una y mil veces que, pese a ser una competición menor, querían estar en cuartos de Copa. De nada sirve advertir eso si a la hora de la verdad el equipo se arrastra por el campo durante noventa minutos. Sin apenas ocasiones. Sin juego. Sin ideas. Sin intensidad. Sin nada que destacar.
El partido comenzó tan frío como estaban las gradas del Mediterráneo. Debutaba Fran Vélez y Aleix y Trujillo formaban de inicio. Por lo demás, los habituales en Copa. Hasta la media hora no se vio la primera oportunidad clara. Fue para los locales que, pese a no estar cómodos en el campo, vieron cómo el colegiado le anulaba un gol a Óscar Díaz. El madrileño cabeceó a la red un gran centro de Suso, aunque en claro fuera de juego. Sigue con su mala suerte de cara a puerta el ex del Lugo.
Corona tuvo a partir de entonces cinco minutos de lucidez que se transformaron en los mejores de su equipo. El talaverano la abrió hacia Aleix Vidal, que centró pasado para que Suso rematase. El balón acabó en corner tras rebotar en Orfila. Nada más que llevarse a la boca hasta el descanso. Hernández Hernández decretaba el final de la primera mitad entre el descontento de los pocos valientes que se dieron cita en las gradas, que pudieron sacarse su bocadillo y cenar. Probablemente lo mejor de todos los primeros cuarenta y cinco minutos.
Tras la reanudación volvió a tenerla Óscar Díaz al rematar tras una salida en falso de Mario en una falta botada por Suso. El disparo no fue bueno, y la pelota se paseó por el área sin encontrar la red. Diez minutos después, llegaron por fin los primeros aplausos al Mediterráneo. Y no fue precisamente por una buena acción local. Un centro de Orfila lo cabeceó a la red Mariano poniendo el 0-1. La ovación al equipo de Segunda B fue unánime, y le siguió una sonora pitada a unos jugadores que, ni de lejos, estaban mostrando el nivel que se les presuponía.
Quedaba media hora por delante. La solución de Francisco fue dar entrada a Barbosa por un Mané totalmente fuera de forma y a Hicham por un negadísimo Óscar Díaz. La tuvo el marroquí a los cinco minutos de salir tras una gran jugada individual que acabó con un forzado remate a las manos de Mario. Pero fue el Racing el que volvió a golpear. Saque de banda de Iñaki y Rubén Durán, aprovechando el bote del balón, la colocó en la escuadra de Ustari. Sentenciaba el Racing. 0-2 ante un Segunda B. Y volvía a aplaudir el Mediterráneo la gesta cántabra.
A partir de ahí el partido se convirtió en un cúmulo de pases fallidos, centros a ninguna parte y controles errados. Ya lo estaba siendo, pero ahora se notaban mucho más. Si ahí había un equipo dos categorías superior a otro, no se vio en ningún momento. Incluso tuvo el 0-3 Koné con un mano a mano tan plácido que no supo qué hacer. Ustari aguantó bien. La única acción destacable del argentino en los 360 minutos que ha disputado de Copa.
El pitido final fue lo mejor que pudo pasarle a los once jugadores rojiblancos que había sobre el campo. La escasa afición que quedaba en el Mediterráneo despidió con pitidos a un equipo que no fue ni la sombra de lo que debió haber sido. Tampoco lo fue contra Las Palmas, pero la diferencia es que, en esa ocasión, los de Francisco sí habían hecho los deberes en la ida. Se lo merecen los jugadores racinguistas y su hinchada. En esta eliminatoria han vuelto a ser de Primera.
UD ALMERÍA: Ustari, Fran Vélez (Kiu 76’), Marcelo Silva, Trujillo, Mané (Barbosa 64’), Tébar, Corona, Aleix Vidal, Suso, Raúl García y Óscar Díaz (Hicham 67’).
RACING DE SANTANDER: Mario, Orfila, Oriol, Barrio, Iñaki, Granero, Andreu, Rubén Durán (Fede 90’), Saúl (Koné 45’), Miguélez (Juanpe 80’) y Mariano.
ÁRBITRO: Hernández Hernández (canario). Amonestó a los locales Fran Vélez, Hicham y a los visitantes Saúl.
GOLES: 0-1 Mariano (62’). 0-2 Rubén Durán (85’).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la vuelta de los octavos de final de Copa del Rey disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante 4872 espectadores.
¿Quién era el de Primera?
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