lunes, 17 de septiembre de 2012

Salvar una VIDA

· La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en el mundo y la coronaria provoca el 50% de dichos fallecimientos
· El 80% de las muertes súbitas ocurren en ambientes extra hospitalarios
DR. ANTONIO RÍOS LUNA www.doctorantoniorios.com

Un operario de P.C. muestra a una alumna cómo realizar la reanimación en un muñeco.

LA enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en el mundo. La enfermedad coronaria causa 50% de estas muertes. 1/3 de ellas se presentan como Muerte Súbita, en los primeros minutos u horas del inicio de los síntomas. El 80% de las muertes súbitas suceden en el ambiente extra hospitalario donde habitualmente no se cuenta con ayuda médica especializada en los primeros minutos del evento. Por este motivo, es fundamental que la población general esté entrenada en detectar la muerte súbita, activar el sistema de respuesta médica de urgencia y realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar básica (RCP) de forma rápida y efectiva.

A continuación se describen con mas detalle los pasos a seguir al auxiliar una víctima de muerte súbita adulta.

Ante una potencial víctima siempre verificar la ausencia de respuesta (inconsciencia). Hay que poner a la persona en la posición adecuada para la RCP (decúbito supino, mirando hacia arriba) y tomándola de los hombros y hablándole en voz alta al oído buscar alguna respuesta (apertura ocular, emisión de sonidos o movimiento). Debe evitarse realizar movimientos bruscos que puedan producir o agravar lesiones presentes, especialmente de la columna cervical. Si la potencial víctima responde hablando se puede concluir además que tiene la vía aérea permeable, está respirando y tiene circulación, por lo menos mínimamente adecuadas.

Si la víctima no responde, las posibilidades debemos suponer que esté en coma, en paro respiratorio o en paro cardiorrespiratorio (muerte súbita). Para determinarlo se debe continuar con la evaluación en forma ordenada.

Después de pedir ayuda al Servicio de Emergencias, el reanimador debe permeabilizar la vía aérea de la víctima. Durante el PCR la víctima pierde completamente el tono muscular, lo que asociado al efecto de la gravedad hace que la lengua caiga hacia atrás ocluyendo la vía aérea. La principal causa de obstrucción de la vía aérea en la víctima de muerte súbita no traumática es la lengua.

La maniobra más efectiva para permeabilizar la vía aérea es la extender la cabeza, es decir, echarla hacia atrás y elevar el mentón. Si existe o se sospecha lesión de columna cervical solo se debe realizar la elevación del mentón manteniendo la cabeza en posición neutra.

Manteniendo la vía aérea abierta el reanimador acerca el oído a la nariz de la víctima mirando hacia el tórax de la misma, escuchando si hay respiración y notando el aire exhalado en un tiempo igual o menor a 10 segundos. Si la víctima tiene una respiración adecuada el reanimador mantiene la vía aérea abierta y mientras espera la llegada de ayuda médica avanzada inicia la búsqueda de la causa y reevalúa periódicamente a la víctima. La presencia de respiración adecuada implica presencia de circulación.

En ocasiones las víctimas de muerte súbita presentan movimientos respiratorios muy superficiales o respiración agónica que no deben ser confundidos con respiración adecuada y nos obligan a actuar de la misma forma que si no hubiera respiración. Incluso reanimadores expertos pueden tener dificultad para reconocer la presencia de respiración adecuada, por lo que ante cualquier duda el reanimador debe proceder como si no hubiera respiración.

Durante los primeros minutos de una muerte súbita la sangre de la víctima contiene suficiente oxígeno para cumplir con la demanda que el cuerpo necesita. Además, la demanda de oxígeno es menor, ya que la circulación también está disminuida hasta 1/3 de lo normal.

El problema principal es entonces la falta de circulación de sangre, más que falta de oxigenación de la misma. Por lo tanto, si la persona está inconsciente y sin respiración, el reanimador debe iniciar la RCP con 30 compresiones torácicas externas seguidas de 2 ventilaciones artificiales.

SI HAY UN DESFIBRILADOR PRESENTE DEBE SER UTILIZADO EN ESTE MOMENTO, INCLUSO ANTES DE BRINDAR LAS COMPRESIONES TORÁCICAS.

Las compresiones torácicas se realizan colocando el talón de una mano en el centro del tórax entre ambas tetillas con la otra mano encima y los dedos entrelazados. Con los codos completamente extendidos se inician las compresiones empujando fuerte y rápido. Las compresiones torácicas externas efectivas logran entregar una pequeña pero crítica cantidad de oxígeno al cerebro y corazón, suficiente para mantener una presión de perfusión coronaria que aumente el periodo susceptible de desfibrilación y la probabilidad de éxito con esta.

Las 30 compresiones torácicas son seguidas de dos ventilaciones artificiales de un segundo cada una con el volumen suficiente para elevar el tórax de la víctima. Esta relación es la misma para uno o dos reanimadores.

La ventilación artificial puede ser administrada con distintas técnicas, siendo la más conocida, el boca a boca. Abriendo la vía aérea el reanimador toma una respiración normal y a continuación sella su boca alrededor de la de la víctima e insufla lo suficiente como para elevar el tórax de la víctima. Es necesario taparle la nariz al paciente para que el aire que le introducimos por la boca no salga por la nariz en vez de ir a los pulmones.

Si bien hay pocos informes de casos de transmisión de enfermedades infectocontagiosas, esta técnica es segura y la probabilidad de enfermedad es mínima. Si el reanimador no desea dar RCP convencional puede realizar RCP solo con compresiones torácicas externas.

Existe un porcentaje no despreciable de personas, incluyendo a reanimadores expertos, que rechazan realizar ventilaciones artificiales boca a boca. La RCP convencional (compresiones y ventilación) debe ser la primera elección, pero si el reanimador no desea dar ventilaciones artificiales debe ser instruido a realizar RCP solo con compresiones torácicas.

LA RCP no es cosa de médicos, es cosa de todos.
Salvar una VIDA

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