A la UD Almería no le queda otra que responder frente a un Dépor 'casi' ascendido
La plantilla rojiblanca necesita una victoria que mantenga a la UD entre los mejores del campeonato, sin depender de terceros :: J. J. A.
JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA
La publicidad para la venta del libro 'El Lute: Camina o revienta' se pregunta si puede un hombre sin cultura y sin medios enfrentarse a un gigantesco aparato de estado y burlarlo durante años. La respuesta es que sí. Trasladada a la UD Almería la pregunta es casi parecida, salvo en el aspecto cultural, y puede que en el de la burla. El equipo rojiblanco, con sólo 18 efectivos, 17 o 16 -dependiendo la semana, las tarjetas y las lesiones- y algunos jugadores de un filial en Segunda División B que sólo luchaba por la permanencia, se ha mantenido en el grupo de equipos que aspiran al ascenso, bien de forma directa o bien de forma indirecta, durante 28 de las 34 jornadas de Liga en Segunda División A celebradas, pese a esas 'trabas' o más bien rémoras con las que nació el equipo en la presente temporada.
Lo de engañar al gigantesco aparato del estado es una afrenta para hoy. Los rojiblancos se enfrentan a un líder sólido, pero que también pasó penurias y que incluso, tras perder 4-0 en Alcorcón, situó a su entrenador, el extécnico rojiblanco José Luis Oltra, casi preparando las maletas. La serenidad de un equipo que con Lendoiro ha destituido pocos técnicos -Marco Antonio Boronat, John Benjamin Toshack y Carlos Alberto Silva- le ha permitido estar al borde de conseguir el objetivo de volver a Primera División doce meses después de su descenso. Se puede hablar, por tanto, de un 'gigantesco aparato' del Estado o, más bien, de la Liga Adelante.
Ahora, para los almerienses, es la hora de la verdad, es la hora de sumar victorias, sí o sí, de caminar hacia el objetivo o, cuando menos, reventar en el intento, porque 'picando de flor en flor', de empate en empate como en seis de los últimos nueve partidos, no es suficiente para alcanzar un objetivo distante, por mucho que se esté dentro de las plazas que lo permiten. Porque un resultado que no sea la victoria en la cita de hoy, en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, supone una 'hipoteca' a un alto interés, el que imponen los demás aspirantes, que se oponen lógicamente a 'avalar' el 'crédito' de una UD Almería que ha malvendido sus 'propiedades'.
Una inyección letal
El Estadio de los Juegos Mediterráneos es hoy, a partir de las seis de la tarde, lugar para una 'cura de urgencia' que tapone heridas, un lugar donde la victoria almeriense es una inyección de moral y la derrota casi un paso hacia el abismo, el que supone no entrar entre los cuatro que jugarán la fase de ascenso a Primera División o salir de ellos -que seguiría siendo la meta con siete jornadas más por delante-, porque el ascenso directo está más próximo a la quimera que a algo posible. Quedan 24 puntos por disputarse y los rojiblancos, con 54 puntos, están a más de la mitad de la segunda posición, que ostenta el Real Valladolid, con 67.
La victoria en esta cita no clasifica, pero la derrota casi condena o, sin el casi, obliga a la UD Almería a vivir peligrosamente durante lo que aún falta por disputarse en el campeonato liguero, en los que si bien es cierto que se cruzará con equipos sin objetivos, también puede tener a otros que se lo estén jugando todo en esas fechas. El Deportivo de La Coruña, por ejemplo, no tiene urgencias, pero las cuentas del regreso a la Liga de las Estrellas las quiere confirmar pronto, en tres semanas, en concreto. Tres victorias consecutivas que empiecen en Almería le concederán billete de vuelta a Primera División. Después, para los rojiblancos, se sucederán partidos ante rivales como Hércules, FC Barcelona, Sabadell, Alcorcón, Numancia, Guadalajara y Alcoyano.
La UD Almería está metido en este tramo de incertidumbre por esa 'inercia' hacia el tropiezo de la que ha venido haciendo gala en las últimas nueve jornadas, en la que suma seis puntos pero ninguno consecuencia de victorias, sino de los seis empates sumados y en los que la sensación negativa hizo aparición porque el fútbol y más concretamente los resultados llegan por el equilibrio del balance ataque-defensa. El equipo almeriense, en ese sentido, ha fallado a la hora de defender, con errores puntuales que han costado caros como los cosechados ante Celta de Vigo, Elche, Recreativo, Las Palmas, Xerez, Huesca y Cartagena. Los dos últimos citados han impedido sumar, cuando menos, tres puntos más, porque en El Alcoraz el gol llegó en la única ocasión del equipo oscense y cuando menos se debió sumar un punto y en Cartagonova estuvo el partido ganado hasta que llegó el penalti. Pero se está hablando de dos partidos en los que hacer pleno, a tenor de las diferencias clasificatorias de ambos equipos y de las urgencias de unos y otros.
Hoy, la vuelta de Michael Jakobsen al once -tuvo que ser sustituido por las fuertes entradas sufridas en Cartagonova, con media hora de juego por delante-, se podría considerar como novedad, si bien no lo es si se tiene en cuenta que entró de inicio en ese envite. El danés no tendrá 'acompañantes' nuevos, ya que Esteban es fijo bajo palos, mientras que el resto de la defensa será la misma, con Rafita y Dani Bautista, en los laterales, y Carlos García con Michael, por el centro. Por delante, el triplete que forman Verza, Bernardello y Corona, con la duda de si será Corona el más adelantado o si, como sucedió en Cartagonova, se retrasa para buscar esa fluidez necesaria para estar más cerca del triunfo. Por delante, Juanma Ortiz y Aleix Vidal ocuparán los carriles, con ese intercambio de posiciones continuo, mientras que Leo Ulloa será la referencia arriba de un equipo con 'desequilibrio' cara al gol en las últimas semanas que debe romperse hoy.
La motivación de enfrentarse al líder de la categoría, un Dépor intratable, es suficiente para una plantilla, la rojiblanca, que debería estar más arriba, pero que si no se encuentra mejor no debe provocar desazón. Es la que han deparado los resultados, los buenos y los malos.
Un campañón
La del Dépor, su situación, es así por la tranquilidad de la que han hecho gala y por los resultados. Son los beneficios de una temporada en la que el equipo de José Luis Oltra es líder, también pasando algunas 'penurias' en contados momentos de la temporada en los que incluso se llegó a hablar de destitución y de no conseguir el objetivo, sobre todo cuando cayó en Santo Domingo frente al Alcorcón (4-0), en la sexta jornada o cuando lo hizo, dos semanas después, en El Collao de Alcoy (2-0).
La paciencia y la adaptación a los métodos de Oltra hicieron un cambio que permitió al cuadro deportivista sumar y sumar. De las siete derrotas del cuadro albiazul, cinco se producen en el primer tercio de la competición. Desde el último 'tropiezo', el empate en Valladolid, han pasado 18 jornadas y los gallegos suman 16 victorias y sólo dos derrotas, en Sabadell y Girona. Por tanto, hay triunfos sobre todos sus perseguidores, excepto con el Valladolid, con el que no ha jugado en este tramo de competición, con victorias a domicilio frente a Hércules (1-4) o Celta (2-3).
Máximo goleador y quinto menos goleado, el Dépor obtiene un buen balance con once partidos sin encajar, pero siete sin hacer gol, con la alegre nota a la que debe aferrarse la UD de que, de esos siete, cinco fueron jugando como visitante -de los once en los que el rival no vio puerta, cinco también son lejos de Riazor-.
El cuadro gallego, que llegó ayer tarde a la capital almeriense, lo hizo con una ausencia importante, la del mexicano Andrés Guardado, que será sustituido en el once por Salomao. El mexicano no entró por una sobrecarga muscular en los isquiotibiales de la pierna izquierda, uniéndose a Zé Castro, que ante el Elche sufrió un esguince de tobillo del que no está repuesto y que hará que Rochela entre para acompañar a Colotto en el centro de una zaga que también contará con Morel, en la izquierda, pese a que éste tuvo molestias en el recto anterior de la pierna izquierda durante la semana. Además de Zé Castro y Guardado, no viajaron el defensa Aythami Artiles, que se recupera de una lesión muscular; el centrocampista Jesús Vázquez, que no podrá jugar hasta la próxima temporada por una rotura de peroné, y el delantero Riki, que intenta superar una rotura fibrilar.
Son novedades en la convocatoria el centrocampista Pablo Álvarez y el lateral tinerfeño Ayoze, que regresan después de haber sido descartados en los últimos encuentros.
El de esta tarde, sin embargo, casi puede ser el último para la UD Almería. El equipo de Esteban Vigo está obligado a caminar o reventar. El objetivo está en el horizonte, sólo el resultado determinará el futuro.
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